En el parque niños, padres, abuelos... pasamos mucho tiempo. Allí los niños juegan, corren, se caen, lloran, meriendan, se cogen rabietas... Y los adultos generalmente estamos... ¿Cómo estamos? Unos detrás del niño con la manzana cortadita en rodajas en la mano tratando de que el niño tome la merienda; otros avisando "si ya te había dicho yo que te ibas a caer del columpio"; otros amenazando "pues si no le dejas a tu amigo la pelota nos vamos"; otros con el bebé toda la tarde en el carricoche a pesar de sus llantos o quejas; otros interrumpiendo constantemente el deseo de exploración del niño... Entre tanto , se dan conversaciones entre adultos sobre la alimentación, el control de esfínteres, el sueño, la escuela, los celos entre hermanos, las familias políticas, el trabajo... A mi el parque me parece un lugar, a explotar, donde podemos reflexionar sobre nuestro papel de padres y nuestra forma de criar a los hijos... Muchas veces nos podemos sentir diferentes a los demás, porque nuestros hijos duermen con nosotros, porque siguen tomando el pecho, porque no tenemos claro si los queremos escolarizar, porque no nos agobia el hecho de cuándo van a dejar el pañal, porque no tienen unos horarios establecidos... Pero esta diferencia nos ayuda a todos a reflexionar, a ser más críticos, a cuestionarnos los modelos socialmente aceptados... Pienso, que como dice Laura Gutman, en definitiva todos queremos lo mejor para nuestros hijos y a veces, los demás con su forma de actuar nos conducen hasta la duda. En el parque ( en la compra, en el autobús...) todos, con nuestra forma de actuar, estamos siendos modelos (positivos o no tan positivos) para otros. Y ahí es a dónde quería llegar con esta reflexión. Veo necesario que los adultos seamos observadores acerca de nuestro papel con nuestros hijos con la finalidad de poder ir cambiando pequeñas cositas de nuestro día a día con los más pequeños, teniendo como meta su felicidad y, como no, la nuestra también. Además considero muy importante que todas estas observaciones, con sus correspondientes dudas, autocríticas y propuestas de cambio, las vayamos compartiendo con otros adultos allí donde estemos, en el parque, en el trabajo, con los vecinos... y ¡ojalá se genere un efecto dominó!
Concordo contigo, e penso que um dos grandes problemas de hoje em dia é que as pessoas andam sempre a correr de um lado para outro e não lhes sobra tempo nem para observar, nem para reflectir (pensar) sobre aquilo que vêem.
ResponderEliminarParabéns pelo blog, tirei a ligação do blog de meninheira, pois também faço ensino doméstico, em Portuga. Voltarei mais vezes!