Yo no he recibido apenas formación musical y pensé que este terreno iba a quedar relegado al papá, que sí que ha tenido algo más. Después he ido descubriendo que lo importante no es enseñar, sino favorecer el aprendizaje, sobre todo cuando hay motivación. Desde muy pequeña a B. le hemos cantado muchas canciones y le hemos puesto mucha música en casa, en el coche... Actualmente, gran parte del día se lo pasa cantando canciones, todas ésas que durante este tiempo ha ido escuchando.
Hace un tiempo leí en un blog (no recuerdo cuál, aunque sí quiero hacer referencia a cómo el blog de bajo el diente del león aporta muchas pistas y recursos para trabajar la música con los niños) acerca de los Bits sonoros de Natalia Velilla editado por Real Musical. Los recomiendan a partir de los 9 meses. Nosotros los hemos descubierto con casi dos años, y la verdad es que B. disfruta mucho escuchando los diferentes tipos de instrumentos, viéndolos en las tarjetas e identificándolos tanto visual como auditivamente. Después, en la biblioteca hemos empezado a hacernos con cuentos musicales:
El primero fue: Pedro y el lobo de Sergei Prokofiev, con narración a cargo de la magnífica voz de Iñaki Gabilondo. B. nos ha pedido que le dibujáramos a los personajes del cuento en la pizarra, le gusta mover la cabeza al ritmo del fagot que representa al abuelo refunfuñando, o bailar alegramente al ritmo de los violines cuál si fuera Pedro. Te pide escuchar el CD una y otra vez e incluso, la he escuchado tararear algún trozo de la pieza.
El siguiente cuento musical que cogimos fue: El soldadito de plomo, espléndidamente narrado por Ana Duato. ¡Yo no sé cuántos soldaditos y bailarinas hemos dibujado ya! Se pasa el día diciendo que el soldadito tiene una pierna y ella dos, y cómo los dos personajes se queman en el fuego. El otro día iba desfilando por la calle cuál soldadito. También coincide que no hace mucho que hemos visto hacer el cambio a la guardia real en el Palacio Real.
Estoy disfrutando mucho con esta experiencia, viendo a B. entusiamada, pasándoselo fenomenal, y viendo cómo la música y los cuentos así como sus personajes van configurando su día a día, van integrando su vida.
Hola, Noe
ResponderEliminarNosotros usamos los bits, y también los descubrimos tarde, con cuatro años. Pero espero poder usarlos con la peque (de 4 meses, cuando sea mayor, claro). Para mí son todo un descubrimiento, porque me hacen reflexionar sobre la poca atención que presto a los sonidos, a escuchar sencillamente. Me gustan por eso sobre todo.
Gracias por las ideas de los cuentos musicales. Voy a ver si saco alguno de la biblio, que hace tiempo que no cogemos.
1beso.