domingo, 28 de febrero de 2010

Cómo veo a mi hija de tres años

B. mi hija de tres años, veo que es una niña a la que le encantan las experiencias. Se despierta preguntando qué vamos a hacer, recuerda a lo largo del día momentos, a las personas que estaban, lo que pasó... Y por la noche espera el relato de lo que ha sido el día. 
Es una niña muy sociable y dicharachera (¡ja, ja! Como la rana Gustavo) Le gusta mucho estar con otros, hacerles preguntas, enseñarles sus cosas, invitarles a sus juegos.
Es una niña muy sincera. Te expresa sus sentimientos, dice lo que piensa, lo que necesita (comer, dormir...) y lo que ha hecho, aunque no haya sido lo más adecuado. 
Es una niña con mucha fantasía, que se inventa historias en las que mezcla datos reales con imaginarios, pero sobre todo constructora de historias. Y por supuesto, le encanta escuchar historias.
Es una niña juguetona, y lo que más le gusta actualmente es, a lo largo del día, ser diferentes personajes (desde payasa de circo a cocinera, desde su hermana bebé, a la Cenicienta...).
Es una niña con mucho humor. Ella misma construye sus propios chistes, sobre todo con el lenguaje, y se ríe con los de su padre.
Es una niña muy observadora. Enseguida aprecia los cambios, ve donde los demás todavía no habíamos fijado la mirada.
Es una niña inquieta, muy activa. A veces pienso que todo el tiempo de atrás estuvo observando y empapándose y ahora está saliendo para fuera.
Es una niña muy intuitiva y sabe cuándo están tratando de engañarla, de decirle algo que no tiene sentido.
Es una niña que le gusta el contacto con la naturaleza, y ser dentro de ella recolectora (palos, piedras, hojas...).

Y... ¿A cuento de qué hago este ejercicio? Pues por un lado, en una edad terrible como son los tres años me ayuda a contemplar a mi hija y disfrutar de esa contemplación. Y por otro lado, me ayuda un poco a ordenar las ideas, de por dónde seguir caminando.

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