Seguimos por aquí, aunque no lo parezca, pero es que no tenemos demasiado tiempo. La foto corresponde al sábado por la noche. Hemos alquilado un local pensando en el frío (aunque ahora no parezca que vaya a hacerlo) del invierno, y en otros futuros proyectos. Pasamos una tarde agradable entre amigos, con patatillas y cena incluida y con una improvisada obra de teatro que se sacó papá de la manga, y que gustó a niños y mayores. Sólo hizo falta una escalera, un palo de escoba, una silla, una manta, las marionetas y muchas ganas de hacer algo para los demás y mucha creatividad. Gracias papá por inagurar así el local.
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