"Rita y Morro" ha sido uno de los cuentos que más hemos leído en estos días de vacaciones con B. Casi ya se lo sabe de memoria, y es lo que sucede con los libros divertidos que además son de estructura rimada.
También hemos re-leído al topo de "El topo que quería saber quién se había hecho aquello en su cabeza" de W. Erlbruch y hemos descubierto "Siete días, 7 cuentos" de Daniel Nesquens, con historias tan cotidianas como las de un niño que se va a cortar el pelo, hasta historias tan surrealistas como un niño que lleva un león de un zoológico a clase cuando el profesor les pide una historia sobre un animal salvaje...
Con el tema de los cuentos ha habido cambios estos días. Por una parte, me ha pedido ir a leer los cuentos a la cama por la noche, todos los días, casi como un ritual, y ha sido algo que ha surgido de una manera espontánea.Y por otra parte, lo que también me ha pedido todas las noches antes de dormir es que le contara lo que habíamos hecho durante el día. Lo habíamos hecho, otras veces, de manera ocasional, pero estos días ha sido una constante. Y esto para mi ha sido muy importante, porque hemos recordado a personas concretas, lugares nuevos y antiguos, sensaciones, impresiones... Era una bonita manera de terminar el día y ojalá seamos capaces de mantenerlo, por todo lo que nos aporta, por toda la cantidad de detalles en los que nos hace pararnos, y por todo lo que nos divierte y nos puede ayudar a reflexionar (sobre todo a mi).
También hemos re-leído al topo de "El topo que quería saber quién se había hecho aquello en su cabeza" de W. Erlbruch y hemos descubierto "Siete días, 7 cuentos" de Daniel Nesquens, con historias tan cotidianas como las de un niño que se va a cortar el pelo, hasta historias tan surrealistas como un niño que lleva un león de un zoológico a clase cuando el profesor les pide una historia sobre un animal salvaje...
Con el tema de los cuentos ha habido cambios estos días. Por una parte, me ha pedido ir a leer los cuentos a la cama por la noche, todos los días, casi como un ritual, y ha sido algo que ha surgido de una manera espontánea.Y por otra parte, lo que también me ha pedido todas las noches antes de dormir es que le contara lo que habíamos hecho durante el día. Lo habíamos hecho, otras veces, de manera ocasional, pero estos días ha sido una constante. Y esto para mi ha sido muy importante, porque hemos recordado a personas concretas, lugares nuevos y antiguos, sensaciones, impresiones... Era una bonita manera de terminar el día y ojalá seamos capaces de mantenerlo, por todo lo que nos aporta, por toda la cantidad de detalles en los que nos hace pararnos, y por todo lo que nos divierte y nos puede ayudar a reflexionar (sobre todo a mi).
Leer cuentos antes de dormir creo que es una rutina positiva en varios sentidos: el gusto por la lectura y los cuentos aunque no sepan leer y sobre todo porque es un ratito para compartir y hablar con ellos antes de que se duerman.
ResponderEliminarTomo nota de los cuentos y muchas gracias por compartir