domingo, 25 de septiembre de 2011

Seguimos con Rodari

Hoy B. iba recordándome por la calle unas pastillas de caramelo que le habían regalado un día en la... ¿"Morgacia"? ¿"Formacia"? Se le ha trabado la lengua. No le suele suceder casi nunca así que he aprovechado el lapsus y las ideas de Gianni Rodari para inventarme una pequeña y absurda historieta que os cuento a continuación: 

Un señor que había recibido la herencia de sus padres, decide montar un negocio. Él quería vender algo distinto. Ya había muchos que vendían pan, embutidos, carnes, pasteles... Y pensó y pensó hasta que decidió que él vendería formas, porque no conocía a nadie que lo haciera. Así, este señor tan emprendedor montó una formacia, y se convirtió en el formaceútico del barrio.

Ya sé que es bastante mala, pero creo, cada día más, en lo absurdo, en lo diferente, en lo divertido... y creo en que hay que contagiárselo a los niños. Además para uno, personalmente, es una buena terapia. 

2 comentarios:

  1. Me encanta inventareme historias para mi hija, y ella se lo pasa pipa, van de lo absurdo a lo practico, es un recurso que tendríamos que traer de serie las mamas, enhorabuena por tu reacción ante la formacia.

    ResponderEliminar
  2. Lo malo es que en mi caso no viene de serie. Yo he tenido que formarme, pero también es verdad que a base de ejercitarlo, pues cada vez sale con más fluidez, naturalidad y diversión. Un abrazo: Noe.

    ResponderEliminar