El lunes pasamos unos cuantos amigos una fantástica mañana en la Casa de Campo. Sólo hicieron falta montones de hojas secas y castañas para que la diversión estuviera asegurada. Sin embargo el momento estrella fue el encuentro con un madroño. ¿Por qué será que a todos nos encanta comer frutos directamente de arboles y arbustos? Por cierto, sabíais que los madroños tienen un alto porcentaje de contenido en alcohol? ¡Qué curioso!
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