domingo, 7 de febrero de 2010

Una propuesta: compartir cuentos propios

Llevo varios días dándole vueltas a una idea y al final he decidido haceos una propuesta. Resulta que, ya os he contado en otras entradas, B. me pide cuando vamos por la calle historias. Al final voy convirtiendo esas pequeñas historias en sencillos cuentos. La idea es que utilicemos los blogs para compartir esas historias o cuentos que contamos a nuestros hijos. Ya, ya sé que hay muchos cuentos y de mucha calidad en la biblioteca y evidentemente todos vamos a seguir utilizándolos, pero también podemos utilizar nuestra creatividad para nuestros hijos y para los de los demás y después podríamos hacer sesiones de cuentacuentos o teatrillos en nuestros barrios con cuentos inventados por nosotros o también por nuestros hijos. ¿Qué os parece? Contadme qué os parece y aportad todo lo que se os ocurra. Voy a empezar yo compartiendo uno de estos simples cuentos, siguiendo las recomendaciones de Gianni Rodari: ¿Os imagináis a un perro que no tuviera orejas? ¿Qué haría? Pues, yo os voy a contar la historia de un perro que no tenía orejas...

LENTEJAS, UN PERRO SIN OREJAS
Érase una vez Lentejas, un perro que no tenía orejas. Cierto día se fue a la consulta de Paca, la veterinaria, para solucionar su problema y Paca le dijo:
    “Con las grandes orejas de un elefante
    irás por la calle tan campante
    sintiéndote un perro muy importante”

Lentejas, el perro sin orejas, ahora tenía las orejas de nada más y nada menos que ¡un elefante! Pero a los pocos días Lentejas volvió triste a la consulta de la veterinaria:

    “Paca, con estas grandes orejas de elefante
oigo hasta el ruido más insignificante
además, estas orejas me arrastran por el suelo
y de tanto dolor casi me muero”

Paca, la veterinaria, buscó una solución:

“Si con orejas de elefante incómodo estás
blancas orejas de conejo te voy a colocar”

Lentejas, el perro sin orejas, ahora tenía las orejas de nada más y nada menos que ¡un conejo! Pero a los pocos días Lentejas volvió triste a la consulta de la veterinaria:

“Paca, con estas blancas orejas de conejo
los gatos creen que soy un perro viejo
y andan todo el día detrás de mi pellejo”

Paca, la veterinaria, buscó una solución:

“Si con orejas de conejo incómodo estás
pequeñas orejas de gato te voy a colocar”

Lentejas, el perro sin orejas, ahora tenía las orejas de nada más y nada menos que ¡un gato! Pero a los pocos días, Lentejas volvió triste a la consulta de la veterinaria:

“Paca, con estas pequeñas orejas de gato
claro que me divierto a cada rato
pero yo lo que quiero ya
son unas auténticas orejas de can”

Pasaron algunos días hasta que Paca, la veterinaria, consiguió unas orejas de perro para Lentejas, el perro sin orejas. Y

Y ahora Lentejas es el perro más feliz
con sus caninas orejas y su nariz.

Noe, enero 2010

2 comentarios:

  1. Que cuento más bonito y además con rimas!!

    Para la fiesta de San Juan del año pasado también ouse um cuento casero en mi antiguo blog. Nosotros también nos inventamos cuentos cada día así que tu propuest ame parece estupenda!!

    La pondré en mi blog si te parece bien y a ver si alguién más se anima!!

    Besos

    ResponderEliminar
  2. que cuento mas bonito, y sobre todo rimaba....

    ResponderEliminar