Bueno, en realidad han sido estas dos últimas semanas, porque desde hace quince días no lo cuento. B. ha puesto mucho interés en el tema de utilizar la tijera. En la foto se la ve con su padre, pero ahora ya lo hace ella sola y le encanta coger un papel y hacer trocitos pequeñitos. También la gusta recortar dibujos determinados, que acabamos de pintar y le gusta recortar y decir por la forma que tiene lo que ha recortado qué puede ser.
Sigue pidiendo en muchas ocasiones dibujar. En esta ocasión se puso a utilizar unas pinturas que le compré en Biocultura hace un par de años y que me comentaron que eran las ideales para preescolares, pero a ella nunca le han gustado, pero esta semana pasada quiso probar cómo pintaban. También estuvimos dibujando en la arena del parque con un palo a "sus amigos" el soldadito y la bailarina. De todas formas cualquier ocasión es para ella buena para dibujar con pinturas, rotuladores, una babosa, una tarta con rodillas y zapatos... Y la imaginación al poder.
Hemos disfrutado mucho con este cuento de Oliver Jeffers, después de haber conocido el año pasado el de Perdido y encontrado del mismo autor. Me gusta la sencillez y las ilustraciones son una maravilla. Y siempre está de fondo la posibilidad de alcanzar los sueños, los retos, que tanto cautivan a los niños.
Y también hemos disfrutado con los cuentos de Tito. Ya conocíamos el de Tito busca nariz, que tanta gracia le hacía a B. Pero el del mago Tito también le ha cautivado con sus palabras mágicas.
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