Representando un cuento

Llevamos un par de semanas redescubriendo un cuento que compramos el año pasado en la feria del libro, y que ahora le encanta a B. Es de la editorial Kalandra y se llama: El pollito de la avellaneda. La semana pasada me pidió que pintásemos en una hoja al pollito y a la gallinita y los colgásemos en la pared. Y ayer nada más levantarse me pidió unas cartulinas y que dibujásemos al resto de personajes del cuento. Cuando acabamos de pintar (ella también participó) y recortar, me pidió que le contara el cuento una y otra vez.Ella participó activamente en el cuento. Cuando llegábamos al personaje de la cabra se ponía a hacer la voltereta y le decía al personaje: "¡Mira cabra, mira lo que hago! No sé si conocéis el cuento pero al ama le faltan unos zapatos que le tiene que hacer el zapatero, quien necesita cuero de la cabra... En fin que B. le puso sus propios zapatos al ama. La verdad es que le gustan mucho en este momento los cuentos que van en cadena y por ello, también estamos disfrutando, estos días, con otros dos cuentos que cogimos en la biblioteca y que son: La princesa de Trujillo y El viaje de las mariposas, ambos de OQO editores. Me gusta mucho ir descubriendo cómo B. va creciendo y ahora va siendo ella misma la que va eligiendo las actividades que quiere ir haciendo.