Cuando estaba embarazada de B. me gustaba practicar algún ejercicio de yoga mientras escuchaba este CD o tumbarme en el sofá simplemente a disfrutarlo. Con la mayoría de las canciones fluían un montón de maravillosos sentimientos, y es que la voz de Rosa Zaragoza y la letra de sus canciones son magníficas. Trataba de imaginarme en el día del parto, sintiéndome acompañada por todas las mujeres que han parido a lo largo de la historia, sobre todo por mi abuela. Ellas me iban a dar fuerza. En el parto no fue todo como yo había imaginado, fundamentalmente, porque me faltó una bañera de agua caliente que me pedía mi propio cuerpo... Esa carencia precipitó muchas cosas. En el puerperio me costó volver a escuchar estas canciones, supongo que revivía el parto, las dificultades que había tenido con la lactancia, afloraban demasiados sentimientos y vivencias... Os recomiendo este maravilloso CD a todas, estéis o no embarazadas, pero si lo estáis, más aún. ¡A sentir!
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